Una calle cualquiera, en una ciudad de las muchas que hay…
Una noche más, de las tantas que ven la vida pasar… Una chica especial, que sin
saberlo está a punto de descubrir su destino… Una llamada, que anuncia el
encuentro de dos almas destinadas a la eternidad… Un chocolate, que inocentemente
endulzaría la vida de ambos… Una historia familiar para muchos, pero a la vez distinta…
Un amor sin igual, de aquellos que se escriben en el libro de las grandes historias
y que todo mundo desea para sí… La fortuna que ya tenía sus cartas puestas en
la mesa del destino… Dos miradas, que cruzan su camino, abriendo las puertas de
la felicidad… Un espíritu, que desesperadamente intenta venir a este mundo,
desde el vientre de ella… Las promesas de amor más memorables, que no se
pronunciaban desde hace ya siglos entre los enamorados… La reencarnación misma de
Cleopatra y Marco Antonio, Sansón y Dalila, Bonny y Clyde, Romeo y Julieta… El corazón
de un poeta, plasmando la belleza de su musa en los versos inmortales del
romance, con las palabras más sublimes en una oda al amor… El sacrificio de un corazón,
que aprendió a latir a contra ritmo de la humanidad… La sonrisa de una mañana,
que enamoro a los mismos dioses del Olimpo… La devoción y el cariño, de las
manos de una mujer enamorada… El fuego de eterno, de las manos de Prometeo que
arde en la piel de los amantes, que están dispuestos a morir por su ilusión de
lo perfecto… Así se cuenta nuestra historia de amor, ante los incrédulos o poco
afortunados en esta vida y las que vienen o las que ya se fueron… Con metáforas,
que desafían a la realidad o realidad que intenta ser ficción, en un azar de lo
casi incomprensible para los mortales… Sabernos dueños de un sentimiento tan
puro, sentirnos privilegiados y a la vez responsables, de demostrar que la
felicidad está al alcance de aquellos, que estén dispuestos a luchar en el día a
día y no rendirse jamás… Amarnos no solo con el corazón, sino con la vida misma
que se nos dio… Amarnos en silencio y con la algarabía que llevamos dentro… Inventar
cada día, nuevas formas de expresar este sentimiento, que no conoce de monotonía…
Crear no solo mundos nuevos, sino universos enteros donde nuestro amor pueda
ser libre… Suena complicado para muchos, pero se hace tan sencillo junto a ti…
Razón suficiente para decir te amo… Razón suficiente para sentirme enamorado… Qué
ironía la del ser humano, buscar lo que siempre estuvo ahí, buscar lo que ya
tenía entre sus manos… Solo para darse cuenta, que es capaz de perder el tiempo
innecesariamente… Un día menos de seguro… Y un día más, de desesperanza por tenerte
entre mis brazos y amarte… Sea una broma del destino, llena de lecciones que
nos dieron la oportunidad, que pocos tuvieron a lo largo de la vida… Amarnos
con la sencillez de un día cualquiera… Amarte con todos esos detalles, que te hacen
única para mí… Te amo mi vida… Y sé muy bien, que nunca estará demás decirte,
que te amo… Te amo… Simplemente por ser tú…
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