Quizá sea un poco difícil para ti creer cuando digo que ya
no busco una nueva forma de amar… O que ya no quiero experimentar la sensación
de sentirme vivo con el calor de otros labios que no sean los tuyos… Siempre
jugué a estar enamorado sin saber lo que en verdad se sentía… Siempre creí saber
las reglas de este juego… Y nunca importo quien perdiera la vida… En ocasiones
aposte el corazón… Pero siempre jugué con miles de opciones apostando a
ganador… Sabes… Pero ahora me basta ver tu silueta difusa entre la neblina para
saber que ya no necesito despertar abrazado a un nuevo cuerpo que solo promete
amor eterno de una noche con el calor de una piel que nunca más recordare…
Ahora sé que ya no quiero cambiar de número telefónico para escapar de quien
nunca ame… Sé que ya no necesito llenar mi boca con un nombre que no sea el
tuyo… Y sé que ya no necesito escoger un peinado o colonia diferente para
complacer a alguien que solo está de paso… Escuchas mis palabras… Incluso
aquellas que no dicen nada ni tienen sentido… Cantas junto a mí aquellas canciones
que nunca se compusieron o recitas aquellos versos que nunca se escribieron…
Con tu sonrisa y sin saberlo llenas de vida mi mundo y me brindas toda la
felicidad en un segundo verdaderamente perpetuo… Sé que pude vivir sin ti toda
mi vida porque ignoraba que existías… Pero te juro que no imagino ni un solo
segundo más sin ti… Sin tu magia, sin tu fantasía, sin tus sueños y alegrías…
Sé que aceptas mis virtudes, pero por más que pienso no sé cómo soportas mis
defectos… Y solo por eso te estoy agradecido… Gracias por aceptarme así tal
cual soy…