SUTIL VAIVEN

Sutil vaivén del destino que mese a nuestras vidas cual suave brisa de verano que juega con las hojas del otoño que se asoma tímidamente a nuestros días... Aurora boreal que desde su lejanía nos deleita con una gama intensa de colores cual sentimientos del ayer que intentan hacerse eternos en un firmamento sin fin dentro del corazón del ser... Una palabra más o una palabra menos... Un suspiro que teme alcanzar la grandeza de lo sublime... Un verso que sin sentido se convierte en el himno de un alma doliente que arrastra las cadenas de su tribulación... Un adiós que cual susurro llega imperceptiblemente, pero con la fuerza suficiente como para derrumbar castillos y universos enteros... Y es justo cuando todo parece casi perfecto que el espíritu de la dicha se mancilla con el hola del adiós que marchita los recuerdos que en un parpadeo van cayendo como lágrimas en el manantial de la ironía... El peón del tiempo en el tablero monocromo de la rutina que pese a su insignificancia logra derrocar al rey de la soberbia en la plenitud de lo que él cree felicidad... Un ser que hace suyas todas las avaricias de un mundo que se desmorona y cae pedazo a pedazo en el jardín de lo prohibido... Sea bien así... Un par de líneas muertas que dan sentido al ocaso de una jornada que no volverá... El tic tac que de ningún modo se escuchó en el reloj del tiempo que nunca fue testigo del primer hálito de vida en un ser que jamás existió... Sea ese entonces aquel que una vez más en esta ocasión inspiro posar tu mirada en los jeroglíficos de una civilización milenaria del pasado de los días que vendrán...

EL NERVIOSISMO DE UNA PRIMERA VEZ

El nerviosismo de una primera vez… Las ansias inmensurables de aquel encuentro que promete develar los secretos más sublimes jamás antes vividos… El clamor en la voz de un talvez que nunca existió… El juego de seducción eterno donde ninguno de los dos sabe cuál es la presa… La sensación de estar parados al filo de un precipicio con todo el vértigo incrustado en las entrañas… Dar la vida en un suspiro que grita la inexistencia de lo sacrílego de un segundo… Creer que las palabras tiene algún sentido cuando ni la misma realidad expresa la verdad de su ser… Conocer tu silencio hace que pueda compartir libremente la confusión sonora de mis días… Evocar aquella sensación electrizante que es capaz de sacudir no solo tu cuerpo sino el alma misma… Sea en resumen lo que he dicho en estas líneas y lo entendido por tu capacidad de discernimiento…