Tu silencio hace que por primera vez en mi vida me sienta
realmente solo… El vacío en el que se encuentra nuestra habitación ahora se
hace más grande que nunca… Reír es un lejano recuerdo de algo que solía hacer
frecuentemente junto a ti… Llorar se convirtió en el nuevo estilo de vida para
mi alma… Caer en un barranco y lacerar mi piel en el proceso es normal, pero
por alguna razón mi cuerpo ya no siente el dolor… Esperar un nuevo día o una
noche más perdió todo sentido… El tener los ojos secos es algo normal y quizá
con el paso del tiempo sea algo bueno en verdad… El día a día es solo un tonto
pretexto para abandonar mi lecho… Siento mis hombros como los del gigante
Atlas… Pero por alguna extraña razón el nudo en mi garganta que asfixiaba mi
existencia ya no se siente tan apretado… El frio abrazo de la niña blanca y el
elixir que ella deposita en mis labios sabe a santa medicina para calmar el
dolor de mi corazón… Y siento como de a poco los 21 gramos de mi ser se acoplan
al viento y alcanza su libertad… Puedo ver un lugar que no es el cielo y que
está lleno de paz para mi espíritu… Quisiera poder describirlo a detalle, pero
las fuerzas se me agotan… Cerrare los ojos solo por una eternidad y al
despertar terminare de contarte como es todo por acá…
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