Mientras la ciudad ya hace bajo el manto obscuro de la noche…
Mientras las calles van quedando en silencio… Mientras el viento va haciéndose más
frio a cada instante… Yo me encuentro aquí de pie frente a la ventana de
nuestro cuarto… Sostengo una copa de vino dulce y la botella no muy lejos por
si necesito de sus consejos… Cristalizo mis ojos mientras miro el horizonte…
Suspiro por la ausencia de tu ser… Miro al cielo e intento no cuestionar el por
qué, de esta prueba… Observo a la luna en su menguante, que parece burlarse de
mi fortuna… Extiendo mi mano, para tocar nuestra estrella, aquella que cada
noche sale solo para saludar… Su calor me recuerda el de tu piel… Su brillo el
de tus ojos… Y su magia me recuerda, todas las promesas de amor, que nos
hicimos en noches como esta… Bebo un gran sorbo del fruto de la vid y siento un
calor interno, que recorre mis entrañas y me grita que tú no estás… Un nudo en
mi garganta se hace presente y el dolor de tu ausencia, hace que sienta sobre mi
pecho, el peso de todo el planeta… Por un instante maldigo mi vida y nuestro
destino… Pero luego recuerdo tus palabras, diciendo cuanto me amas… Y sabes… En
ese preciso instante, ya todo no se ve tan mal a mi alrededor… La esperanza
recobra fuerzas, el dolor disminuye, el nudo en mi garganta desaparece y al
cerrar los ojos, te veo una vez más frente a mí… Una epifanía que augura
grandes días para los dos… El tic tac del reloj se detiene y te siento tan cerca
de mí, que juro que casi puedo sentir el aroma de tu cuerpo… Pido al padre
tiempo, que ese instante se haga eterno, pero él me recuerda que todo en la
vida debe seguir un curso natural y que el nuestro es estar juntos para ser muy
felices… Como no sonreír, como no sentirme feliz, como no suspirar por toda la
dicha que nos espera… Amor, sé que no te tengo a mi lado, pero la vida nos
regala estos sabores y oportunidades, para saber que todo tiene un porque… Y no
podemos negar que Dios es muy bueno con nosotros… Nos dio un hermoso hijo, un
sentimiento, que aunque no lo sabíamos, siempre estuvo ahí para los dos… Amarte
y ser amado, es la bendición más grande que podría recibir… Saber que la
distancia, nos hizo más fuertes… Saber que los errores, quedaron en el pasado…
Saber que todo, vale la pena… Saber que pronto, se cumplirá nuestro verdadero
destino… Saber que te amo, con cada suspiro de mi alma… Saber que me amas, con
todo tu corazón… Ser el uno para el otro, aunque los demás aun no lo comprendan…
Saber que te amo… Simplemente por ser tú…
No hay comentarios:
Publicar un comentario