Aun intento recordar el día aquel, cuando decidí abrir esa puerta…
Sinceramente aun no sé qué exactamente esperaba encontrar del otro lado… Ni se por
qué me anime a dar ese primer paso… O por qué deje que el tiempo y aquel camino
me trajeran hasta aquí… No sé por qué fui olvidándome de todo aquello que alguna
vez me dio calor y de alguna forma me hizo sentir vivo… Fui dejando atrás todas
aquellas palabras y promesas hechas al pie de nuestra ventana mientras con
esperanza y sueños mirábamos juntos a nuestra pequeña estrella… Deje caer de
mis manos la copa de vino con la que alguna vez brindamos por nuestro amor… Olvide
el sabor y la dulzura de la miel de tus labios posándose en mi frente, por la que
tantas veces jure estar enamorado… Me perdí en el afán de espejismos que nunca fueron
míos… Extravié mi ser en medio del horizonte… Abrace el vacío de tu ausencia con
la esperanza de despertar entre tus brazos… Incluso alguna vez creí haber gritado
tu nombre, aunque mi alma aún no está segura de recordarlo… Cerré los ojos
tantas veces solo con la esperanza de escuchar tus pasos… Llene mis pulmones
con el aire que me rodea solo para encontrar vestigios de tu aroma… Perdí miles
de veces mi mirada en las calles que recorrí en el día a día, solo con la ilusión
de ver tu silueta dando brincos hacia mi… Detuve mis pasos por instantes
creyendo escuchar tus palabras y tus gritos… Enamore mis memorias con el
resonar de tu risa que es la única posesión que me queda… Y con el sonido de tu
dulce voz diciendo una y otra vez mi amor…
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