Todo sucedió hace algún tiempo atrás, semanas, días, años o quizá
siglos… Las imágenes en mi mente, aun no están claras… Son fragmentos,
semejantes a los de un sueño, que se repite una y otra vez, pero por alguna razón,
nunca queda completamente grabado en la memoria… Algo así como la visión de una
mujer perfecta, una mujer por la cual todo hombre espera… El brillo de su
cabello ondulado jugando con el viento… El sonido de su dulce voz, confundiéndose
con el canto de las aves… Los detalles de su cuerpo, como si hubiesen sido
tallados por los mismos dioses… El brillo de sus ojos, albergando la luz de
todas las estrellas del universo… La maldad de su sonrisa, que enamora sin
pedir permiso alguno… El tacto de su piel, que estremece incluso al ser más frío…
Y su aroma, trampa perfecta para el corazón de los mortales… Aproximarte
lentamente, tal vez por curiosidad y creer que podrás escapar del destino… Pero
fue hace algún tiempo, quizá mucho tiempo… Y ahora reencontrarte frente a mí en
esta vida… No sé si sea capricho de algún dios burlesco o bendición eterna de la
misma afrodita… Prender una vela cada noche para agradecer el regalo divino… Poner
flores frescas en un jarrón, esperando recibir el agrado de aquel espíritu… Y
amar a esa mujer, que sin saberlo vuelve a mí en cada nueva vida… Reencarnar
una y otra vez, por toda la eternidad, con el único objetivo de volver a
encontrarla… Desafiar a las leyes divinas solo por amor… Sea entonces ese mi
ciclo sin fin… Sea nuestro destino eterno… Robarle un segundo al tiempo para
hacerlo perpetuo en el calor de un beso… Amarte en la sencillez de lo divino y
en la opulencia de lo mortal… Amarte sin que nadie lo sepa… Simplemente por tú
esencia… Por tu fuerza ante la vida… Por tu naturaleza rebelde… Amarte
simplemente por ser tú…
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