Nunca te dije todo lo que mi corazón sentía por ti… Nunca me
atreví a decir cuánto aun significas para mí… Creí que jugar el papel del
hombre indiferente, sería la mejor opción para los dos… Creí que todo lo que me
decían era por mi bien… Creí en las palabras de los demás antes que en ti y
ahora me doy cuenta cuan equivocado es que estaba… Creí que nunca te perdería y
que siempre estarías junto a mí… Pero ahora que veo tu lado de la cama vacío,
me doy cuenta de cuan tonto fui… Mi pequeña, si las cosas pudieran cambiar… Si tan
solo pudiera convencer al tiempo para dar marcha atrás… Pero algo dentro de mí
me dice, que aun no es tarde para hacer que las cosas sean diferentes… Aun no
es momento de rendirse ante las vicisitudes de la vida que afrontamos… Aun no
es tiempo de tirar la toalla y bajar las manos… Porque mientras mi corazón tenga
fuerzas para seguir latiendo, se que valdrá la pena seguir con esta lucha… Amarte
fue mi bendición escondida… Amarte fue mi pecado divino… Amarte es mi eterno
destino… Así que nena, no esperes que me dé por vencido… No esperes escuchar un
ya no puedo más… Sé que a veces las fuerzas se me van, pero también sé, que
siempre encontrare la forma de reavivar mi alma agonizante ante este suplicio… Así
que nena te lo repito una vez más… No esperes verme de rodillas y derrotado
ante ti… Luchare por hacerte feliz y ser feliz a lado tuyo mientras la sonrisa
de nuestro hijo me ilumine… Porque aunque lo niegues, esa siempre será la mejor
muestra de nuestro amor… Así que nena deja de pensar y comienza a sentir, deja tu
orgullo a un lado, no por mí, no por ti, ni siquiera por nuestro hijo, deja ese
orgullo sencillamente porque ya es tiempo de ser felices… Sé que tienes la
fuerza de hacer lo que tú quieras en esta vida y sé que te amo por ser la mujer
que nunca soñé, deja esta vez las puertas abiertas para que entre con un ramo
de flores y te haga mía una vez más… Porque te amo y lo sabes… Te amo
simplemente por ser tú…
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