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sábado, 9 de mayo de 2020

CUANDO EL MANTO GRIS


Cuando el manto gris de la noche comienza a cubrir las calles de la ciudad… Cuando la luz del día se nos va lentamente de entre las manos… Mi mirada se pierde en el horizonte lejano con la esperanza de poder arrebatarte de mi memoria para abrazarte con tanta fuerza que fácilmente podríamos confundirnos con un solo ser… Y te busco, busco tu cuerpo, tu calor, tus besos, tu aliento, tu aroma… Busco el sonido de tu voz que me diga todo aquello que nunca antes te atreviste a confesar… Y es en ese preciso momento que el frio a mi alrededor se acrecienta estremeciendo todo mi ser, me abraza sin piedad como queriendo llevarme a su lecho y sumergir mi conciencia en el sueño eterno… Parpadeo y pienso que quizá no sea tan mala idea, quizá sea la respuesta que mi alma busca para dejar de sentir tu ausencia… Quizá sea la solución que tanto busco para acallar este dolor… Y mientras me desmorono sobre mis piernas cansadas de tanto seguir tus pasos… El nudo en mi garganta ya no deja paso al aire que respiro y no me permite ya siquiera suplicar más clemencia al universo… Siento que mis palabras ya ni siquiera se asemejan a un quejido lejano… Siento que mis manos ya están destrozadas de tanto arañar el olvido… De tanto arrastrase buscando tus caricias perdidas… De tanto sujetar y detener con fuerza los látigos de la distancia que intentan castigar a mi corazón… La desesperanza y la locura se toman de la mano de manera insana para susurrarme al oído que es momento de rendirme… Que es momento de bajar la guardia y ya no sentir más dolor… Y como si un ángel tuviese en sus manos la fragancia de tu ser, tu aroma se hace presente y reconforta mi espíritu… La voz de nuestro amor me recuerda que tú estás esperando por mí… Que tu amor es verdadero, que las lagrimas y el dolor pronto llegaran a su fin… Que las promesas hechas por nuestros corazones son inquebrantables y eternas… Que todas las visiones que poseo al cerrar los ojos son la epifanía del pacto de los dioses con nuestro destino… Que tu amor y el mío ya hacen vivos en cada uno de los pasos de nuestro hijo quien te da las fuerzas que en destellos llegan hasta mi cuando más las necesito… Sea dicha, gloria, promesa, estigma, envidia del universo o regalo de Dios… Sé que muy pronto nos tendremos uno en los brazos del otro para dar continuidad a esta historia, a esta travesía por el destino, por la vida… Te amo y me amas… Será que algo más importa… Será que existe algo más valioso en nuestras vidas… Será que merecemos el castigo de estar lejos uno del otro… Sea como sea… Nuestra travesía en las páginas del libro santo será un himno que proclama esperanza y narra solo felicidad… Te amo… Por cada una de las palabras y líneas expuestas ante ti… Te amo… Simplemente por ser tú…

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